«Según la (OMS) Organización Mundial de la Salud, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad»
Quise empezar este artículo con la frase que acabas de leer porque a veces olvidamos lo importante que es tener una idea de salud global y no sólo dirigida a lo sintomático.
El sistema nervioso es el director de nuestro cuerpo, lo controla absolutamente todo y su trabajo consiste en recibir estímulos desde fuera (vista, olores, sonidos, sensaciones como frío o calor, etc) y desde dentro (emociones, tensión arterial, respiración, etc) Es gracias a este complejo sistema que el cuerpo es capaz de adaptarse a su entorno, es cuando se produce un fuerte cambio en éste (una caída, un accidente, un trauma emocional…) o una suma de estrés crónico (problemas en el trabajo, malas relaciones interpersonales, mala alimentación, polución…) que el sistema nervioso se defiende y bloquea el cuerpo en una postura de defensa que luego tiene muy complicado de resolver por sí mismo, y más aún si no cambiamos los hábitos que nos llevaron a este problema.
Esta suma de traumatismos llevan a síntomas como dolor, pérdida de sueño, irritabilidad y un gran etcétera que escuchamos todos los días en nuestro centro. Tú lo llamas molestia, dolor y la gran causa de tus problemas pero la realidad es que suele ser una consecuencia, son alarmas del cuerpo que pide a gritos un poco de atención para cambiar a mejor.
Si no escuchas a tu cuerpo y simplemente maquillas los síntomas, tu cuerpo se desgasta de forma anticipada, pudiendo provocar patologías como tendinitis, hernias discales, artrosis y esos diagnósticos que nos decís que tenéis con 30, 40 años que os hace sentir como de 90. Pero te voy a decir una cosa, tenemos Familia Quiropráctica octogenaria cuya vitalidad es absoluta, así que dejemos de culpar a los años y empecemos a actuar.
¿En qué te puede ayudar la quiropráctica?
Yo, como quiropráctico, detecto las interferencias del Sistema Nervioso (físicas, químicas, emocionales) y las libero, permitiendo que funcione a su máximo potencial. Es muy importante que recuerdes que no trato ninguna enfermedad, patología o condición específica, sino que devuelvo al cuerpo su capacidad de autocuración. Esos beneficios que empezarás a sentir pueden ser:
- Una mejor postura: Ya no te costará tanto permanecer recto y te sentirás con mayor amplitud.
- Mejor estado de ánimo: Las cosas que antes te irritaban, te empezarán a parecer irrelevantes.
- Mejor sueño: Despertarás por la mañana como si realmente hubieras dormido esas horas, con energía. Y si han sido pocas, no te sentirás con sueño durante todo el día.
- Menos estrés: Seguirás siendo igual de responsable pero sin olvidar que lo más importante eres tú, siempre tú.
- Mejor capacidad de atención: Te sentirás más centrado y presente, con ganas y energía de vivir cada instante.
- Más fuerza: Esas cosas ligeras que antes de pesaban pasarán a ser sólo cosas ligeras.
- Más flexibilidad: Llegarás a lugares donde antes no podías y te encantará.
- Mejor digestión: El estómago pasará de ser ese músculo complicado que no te deja disfrutar de un buen plato, a ser tu aliado.
Todos estos ejemplos son fruto de comentarios de pacientes que han experimentado estas mejoras en su vida y sólo se arrepienten de no haber conocido antes la quiropráctica. Y por eso os escribo, porque tenéis que saberlo, no me puedo ir a dormir con este secreto de la quiropráctica, porque es tan tuya como mía desde que la clave de tu mejoría la tienes dentro de ti. Ven y me encargaré de hacer que trabajes de la mano con ella.